CHIAPAS.- Habitantes del Municipio de Huixtan se insurreccionaron contra las mentiras cotidianas del alcalde y el Sindico.
En protesta por su corrupción, el presidente municipal Javier Sebastián Jiménez Santiz y el síndico Luis Ton fueron vestidos de mujer.
Ese fue el castigo que les impusieron los pobladores por no cumplir sus promesas ante las necesidades del pueblo y salir con el pretexto que ellos “tenían otros datos”.
Ambos funcionarios habían prometido a la ranchería San Andrés Puerto Rico entregar 12 millones de pesos del COPLADEM, pero nunca cumplieron.
Por ello fueron obligados a caminar por la calle para que los vieran los habitantes con sus vestidos de mujer, pero los dos políticos no se veían muy molestos.